Publicado el día 9 de enero de 2018
El próximo sábado 13 de enero Antonio Tejedor presenta su libro «Todos los espejos, rotos«, a las 19:00 h. en el Auditorio de la Casa de Cultura. Acompañarán al autor en la presentación el editor, Joaquín Casanova y José Ángel Gracia, ex- profesor de Literatura en el Instituto Siglo XXI de Pedrola.
Antonio Tejedor García (Fuentespreadas, Zamora, 1951) ha desarrollado su vida laboral como maestro en Sabadell (Barcelona) y en Pedrola (Zaragoza), donde ejerció como profesor de instituto hasta su jubilación.
En el ámbito literario, ha publicado las novelas literarias: “Hijos de Descartes” (ByCH, 2008) y “Los lagartos de la quebrada”, (Mira Editores, 2010); el libro de relatos «No me cuentes mi vida» (La Fragua del Trovador, 2014). Ha colaborado en revistas literarias como Ágora, Albero, A contrapalabra, Narrativas…, y en las antologías de relatos «Palabras contadas» (La Fragua del Trovador, 2015) y «Relatos de Zamora» (Semuret, 2017). Asimismo, también ha cultivado la literatura juvenil en “El Mercancías” (La Fragua del Trovador, 2010) y “Sentados al borde de la nube” (La Fragua del Trovador, 2012).
Entre otros premios, ha recibido el Heraldo.es de relatos (2015) y ha sido accésit del II Certamen Sierra de Francia, 2016.
En la actualidad mantiene un blog donde escribe sobre temas de tipo literario social: www.lagartosquebrada.blogspot.com
En cuanto a la novela «Todos los espejos, rotos», presenta a un joven periodista, con empleo precario, que nos pasea por las calles de Zaragoza para mostrarnos un microcosmos en el que conviven la familia, los amigos y una sociedad que va desde los bajos fondos hasta las más altas azoteas del poder.
A través de una trama de novela negra en la que no falta el asesinato, el chantaje o la evasión de auténticas fortunas a paraísos fiscales, el protagonista nos descubre la cara oculta de instituciones en apariencia modélicas y de personas que deberían serlo. Un entorno sobremanera negativo que genera malestar entre la población, provoca desconfianzas y aboca a la gente a soluciones a veces desesperadas.
¿No quedan alternativas, no hay un rincón donde acunar la esperanza?