Publicado el día 19 de abril de 2024
Siguiendo con el ciclo de entrevistas del profesorado de las actividades municipales de la Casa de Cultura, hoy entrevistamos a Lara Rico, la profesora de danza clásica. Empezó con un proyecto piloto de un taller temporal de 3 meses en la primavera de 2007 y fue todo un éxito. Prueba de ello es que todavía siguen las clases, actualmente con tres grupos de diferentes niveles.
Lara, cuéntanos un poco como fue ese proyecto.
A través del estudio en el que yo tomaba clases surgió la posibilidad de venir aquí a impartir un taller para dar a conocer la danza clásica. En aquel momento salió un grupo de 8 niñas y para el curso siguiente se decidió incluir la actividad en la oferta cultural de curso 2007-2008. Cada curso se iba afianzando más la actividad gracias a la respuesta positiva del alumnado y fue creciendo cada año hasta crear tres grupos diferenciados por niveles, que es como se mantiene la actividad actualmente.
Entonces, ¿esta fue tu primera experiencia como profesora de danza clásica?
Sí, aunque antes había dado clases también a grupos infantiles y juveniles pero de diferentes estilos de baile. Yo llevaba bailando ballet clásico desde niña y realmente este es el único estilo con el que me siento identificada. Gracias a esta oportunidad de este pequeño taller, vi la posibilidad de poder dedicarme a la docencia e intentando transmitir lo que la danza significa para mí.
¿Qué es lo que más disfrutas de dedicarte a la enseñanza?
Sobre todo la respuesta de las alumnas que año tras año siguen fieles a las clases, el verlas entrar con ilusión a la clase y ser capaz de mantener esa ilusión curso tras curso; el poder enseñarles a disfrutar de la danza como lo hago yo y como me enseñaron. La danza no es solo un estilo de baile sino un estilo de vida, que te aporta beneficios tanto física como mentalmente, te enseña a perseverar, a ser disciplinadas y constantes, a trabajar en equipo. La danza es un arte que requiere un trabajo duro y un esfuerzo constante, pero a la vez el trabajo bien hecho recompensa cualquier esfuerzo. Realmente lo que más me satisface es saber que alumnas que han estado conmigo muchos años siguen acordándose de las clases con cariño y que guardan un buen recuerdo de tantas horas entre ensayos y “puntas”. Al final, esto te indica que algo has hecho bien.
Efectivamente. Y en cuanto a la metodología, cuéntanos un poco qué hacéis, cómo impartes las clases y qué puede aprender el alumnado.
Las clases se dividen en dos partes principales: una barra, en la que se trabajan y calientan todas las partes del cuerpo, para luego pasar a un centro en el que se hacen ejercicios más dinámicos con saltos, giros, valses, etc. Las clases son diferentes en función de la edad de las alumnas, con las niñas más pequeñas, se orienta más hacia juegos relacionados con el ritmo, la música, enseñarles de una manera más lúdica y no tan técnica como puede ser con las que están en un nivel más avanzado, donde la técnica es una parte esencial. En las clases se trabaja tanto la flexibilidad como el equilibrio, la coordinación, la concentración y la memoria, se mejora la postura corporal… Ya veis que es una disciplina muy completa. Pero sobre todo se trabaja desde dentro, no es todo a nivel físico sino que emocionalmente es muy importante saber transmitir lo que se siente al bailar. De hecho, hay varios tipos de alumnas, las hay más técnicas y menos pasionales; y en cambio hay otras, que se nota que bailan con el alma pero no tienen una técnica tan desarrollada; las hay que son más exigentes consigo mismas y se frustran mucho cuando no les sale un paso; y las que por haberles salido un paso, ya parece que lo tienen todo hecho. Cada alumna es diferente y no hay mejores ni peores, no hay que compararse sino superarse a una misma cada día.
Tienes alumnas de diferentes niveles y edades, algunas muy pequeñitas. ¿A partir de qué edad recomendarías comenzar con las clases?
La edad ideal es a partir de los 6 o 7 años debido al desarrollo evolutivo de esa edad, pero tenemos alumnas desde cuatro años que son igual de capaces que las de 6. De hecho, también depende mucho de las capacidades individuales de cada alumna y de la pasión que sientan por la actividad.
Estamos todo el rato hablando en femenino, ¿solo hay chicas en tus clases?
Lamentablemente, así es. Hablamos en femenino porque actualmente solo tenemos niñas en las clases, lo cual no quiere decir que no hayamos tenido anteriormente chicos. Tristemente sigue habiendo muchos prejuicios y estereotipos de género relacionados con la danza. Desde aquí animo a todos los niños a que prueben esta actividad, que quizá les pueda sorprender.
¿Cuándo impartes las clases actualmente?
Los lunes y los miércoles, y el horario es según el grupo, pero en la franja horaria de 16:45 a 19:30 h.
¿Cómo animarías para apuntarse a la actividad?
Que las puertas de la clase están abiertas para cualquiera que quiera conocer un poquito más la danza y que si después de probar una clase han sentido una cuarta parte de lo que siento yo cuando bailo, seguro que les veo en la siguiente clase. También pueden hacerse una pequeña idea del trabajo que realizamos en las clases en el festival de fin de curso, que será el segundo domingo de junio. Desde aquí os animo a que no os lo perdáis.
A continuación, se pueden visualizar algunas de las fotografías de la actividad.