Publicado el día 24 de mayo de 2024
Continuando con el ciclo de entrevistas al profesorado de las actividades municipales de la Casa de Cultura, hoy entrevistamos a Corpus Salillas, profesora de las clases de dibujo y pintura del grupo de los viernes, que lleva trabajando en la Casa de Cultura desde hace ya una década. Actualmente, lleva dos grupos: el grupo infantil, de 16:30 h a 18:00 h; y el otro grupo de adolescentes y personas adultas, de 18:00 a 19:30 h.
¿Cómo fue tu comienzo en la Casa de Cultura?
Un poco por casualidad. Había un grupo de niños y niñas interesados en aprender dibujo y pintura, y al no poder realizar la actividad en el día en el que ya estaba ofertado en la Casa de Cultura, sus familias me pidieron si yo podría impartir las clases los viernes. Plantée la oferta, se lanzó y surgió un grupo de 12 niños y niñas. Al ser en viernes, el alumnado está más relajado en cuanto a obligaciones escolares, y más predispuestos a divertirse y tuvo mucho éxito, tanto que se ha ido repitiendo hasta hoy.
¿Cómo decidiste dedicarte a la docencia?
Por casualidad también. Siempre me he dedicado al mundo del arte. Trabajé durante muchos años como diseñadora de joyas, estampación, textil hogar, etc. Además, siempre he dedicado mi tiempo libre a la pintura, he realizado diversas exposiciones, además de trabajar en diversos encargos para particulares, etc. En un principio no me había planteado la docencia como tal, pero al surgir en Pedrola la oportunidad que os he comentado antes, no podía rechazarla, siendo además en mi pueblo. Al finalizar el curso, fui consciente de que se me daba bastante bien impartir las clases porque conecto muy bien con los niños, además de la satisfacción personal que sentí al ver todo lo que habían aprendido en un solo curso. Esto me animó a continuar y ahora no solo doy en Pedrola, sino que también las imparto en diferentes pueblos de la provincia de Zaragoza.
¿Cómo ha sido tu evolución desde que iniciaste hasta hoy?
Veo que he evolucionado mucho desde el comienzo porque al igual que he aportado y he enseñado mucho a mi alumnado, también me enseñan mucho a mí y me han hecho crecer tanto como profesora, como persona. Mis clases son muy enriquecedoras, no solo a nivel artístico sino también a nivel personal.
¿Qué sientes al dar clases en tu pueblo?
A mí me apetecía mucho aportar a nivel cultural y que se moviera el arte en Pedrola. Por eso, siempre que puedo, colaboro a nivel artístico en todas las oportunidades que me surgen, no solo trabajando, sino de forma desinteresada. Dar las clases en Pedrola era un plus porque suponía una forma de sembrar desde edades muy tempranas el gusto por el arte.
¿Qué es lo que más te motiva de dar clases?
Claramente ver la satisfacción de mis alumnos y alumnas al ver su evolución en algo que les gusta. Y luego, la empatía que tengo con el alumnado, tan diverso tanto por edades como por capacidades; y el ambiente y la convivencia tan sana que hay en la clase. Creo que ayuda en este aspecto que todo el mundo estamos haciendo lo que nos apasiona.
¿Puedes contarnos alguna anécdota que te haya pasado, que siempre recordarás?
Buah, tengo millones de anécdotas. Al trabajar con niños siempre surge algo espontáneo y divertido. Pero a ver si me viene alguna a la cabeza, así gracioseta… ¡La tengo! Con un grupo de los más pequeñines, que estaban aprendiendo inglés, le dije a un niño “¿por qué no pintas esto en amarillo?” Y el niño me dijo que no sabía qué color era. Al extrañarme, se lo señalé en la paleta y él, todo asombrado, me dijo “esto no es amarillo, esto es yellow”, jejeje.
En cuanto a la metodología, cuéntanos un poco que es lo que hacéis.
Yo por ejemplo, con los pequeños, le doy mucha importancia a que trabajen con pincel porque en el colegio ya dibujan mucho, entonces les gusta más trabajar con paletas de colores, caballete, lienzo y pincel. Además, trabajamos solo con los colores primarios y así ellos aprenden a crear el resto de colores. En cuanto al grupo de mayores, trabajamos de una forma más personalizada porque cada cual tiene su nivel y sus necesidades. También trabajan más libremente, mientras que a los pequeños les doy pautas de trabajo para que las desarrollen.
A nivel personal, ¿qué puede aportar la actividad al alumnado?
La satisfacción de ver su propia evolución, especialmente al ver con tanta ilusión sus obras expuestas en la exposición de fin de curso. Es una cosa en la que hago mucho hincapié, en las exposiciones, no solo en las nuestras, sino en otras que acoge la casa de cultura. Aprovecho cuando hay una para llevarles para que la vean como una actividad más. ¡Ojalá hubiera más exposiciones! Este año hemos decidido hacer dos: una, temática, sobre el mar, tema que hemos trabajado los dos grupos en clase; y otra, en la que el alumnado ha trabajado libremente en su obra para el fin de curso. Desde aquí, animo a toda la gente de Pedrola a que vengáis a visitarla y ver las magníficas obras de los grandes artistas que tenemos en nuestro pueblo.
¿Hay alguna edad ideal para empezar con las clases?
Al menos, que sepan coger el pincel, jejeje. También es preferible crear grupos relativamente homogéneos en cuanto a edad, ya que es más fácil trabajar, sobre todo cuando son muy pequeños.
¿Cómo animarías a las personas para apuntarse a la actividad?
A todo el mundo que le guste dibujar y pintar, que se animen a probar. Sobre todo, para los mayores, les diría que no hay que tener prejuicios con uno mismo. Hay gente que ha venido a clase sin tener ningún conocimiento y pensando que no iban a conseguir nada, y han evolucionado en un solo curso muchísimo. Además, no se trata del resultado, sino de disfrutar del proceso.